viernes, 29 de abril de 2011

Ni David, ni Goliat

Ni David, ni Goliat. Las dos primeras jornadas de Coachella certificaron que a los macroespectáculos también le sientan bien las tallas medianas. Propuestas mastodónticas como Chemical Brothers o Ms. Lauryn Hill se vivieron con relativa indiferencia, y la inquietud por abrazar la última banda ignota recién salida de Pitchfork no resulta aquí particularmente evidente. Al menos, no tanto como en South by Southwest, en Austin (Texas), o el barcelonés Primavera Sound, propuestas acaso más especializadas o elitistas. el pais

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lunes, 11 de abril de 2011

la gira de Sanz

"La chica no conocía Santiago de Compostela. Me ocupé de que viviera la experiencia gallega al completo, desde el pulpo al orujo (tipo de aguardiente)", dijo Sanz en una reciente entrevista a El País de España.

Sus recientes conciertos en otros países del hemisferio como Guatemala, El Salvador y Puerto Rico han incluido nuevos temas como Enséñame tus manos, Quisiera ser y La peleíta. Y aunque no han sonado los clásicos que lo hicieron una estrella del pop latino a finales de los noventa, el artista ha incluido en su repertorio canciones de su álbum No es lo mismo.

Como ha sucedido en otras plazas, muy seguramente se escucharán en Cali y Bogotá, antes que comience el show, un sinnúmero de canciones de todos lo tiempos que hacen alusión, de una forma u otra, a la figura del tren. "Era lo adecuado, ¿no? Nos pusimos a mirar por internet y había miles y miles de canciones treneras. Nos quedamos con 50, un abanico que va desde Bob Dylan a La Unión", afirma de nuevo Sanz al diario español.

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El tren llega a Colombia

Desde su álbum debut Viviendo de prisa, en 1991, Sanz ha sido catalogado como el más exitoso de los cantantes españoles de pop. Sus canciones y videos han ganado numerosos premios, entre los que sobresalen un Grammy al mejor álbum de pop latino con su trabajo No es lo mismo (2003) y su reciente posicionamiento en el primer lugar de los listados de Billboard con Te agradezco pero no. Esta canción hace parte de su último trabajo, El tren de los momentos, grabada junto a Shakira, a quien se le vio en Galicia acompañándolo en el escenario. el espectador

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Quartetto Gelato

Participó en el Quartetto Gelato, colectivo con el que tuvo presentaciones memorables en América y Europa, pero su destino era ser solista y de esta manera es como ha conseguido los reconocimientos más importantes de su carrera. Reiko Cooper obtuvo el primer premio de Walter M. Naumburg Chamber Music Award, concedido a los músicos de cámara, pero también ha llevado a cabo más de diez registros discográficos, muchos de ellos convertidos en best sellers dentro de la música clásica. Hace poco estrenó The Sound of a Voice, del norteamericano Philip Glass, y La sonata para cello y piano, de Roberto Sierra.

En la actualidad es profesora invitada de la Escuela de Música de Jerusalén, en donde existe el proyecto de dirigir un pequeño ensamble sinfónico, pero también tiene en veremos la grabación de algunas obras complejas para cello y orquesta. Por ahora está en Cartagena robándose las miradas, despertando los mejores comentarios por su talento y mostrando, ante todo, que es real.

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un cello William Forester de 1786

La seguridad de haber realizado una maestría y un doctorado en artes musicales en The Juilliard School, la experiencia de haberse presentado en los escenarios más importantes de la música, como el Carnegie Hall y el Lincoln Center, y la tranquilidad de viajar acompañada por su pequeño hijo a todos los rincones del mundo, hacen que su presencia sobre el escenario sea más que impactante.

Esta artista norteamericana sabe explotar su belleza. No en vano ha realizado sesiones de fotos para importantes revistas en los Estados Unidos, ha protagonizado comerciales de televisión y su imagen ha estado impresa en divulgados avisos de marcas internacionales. Camina con elegancia siempre portando su instrumento, un cello William Forester de 1786, se acerca al público que tiene en frente y al que la aprecia desde sus hogares, toma asiento, abre las piernas y extrae de su amante de madera las notas más melodiosas de los compositores clásicos, pero también los acordes más arriesgados de los denominados autores contemporáneos. el espectador

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