viernes, 15 de marzo de 2013

Tierra de la gente


Los trabajos con que Isabel Parra reanudó su discografía en el exilio son Vientos del pueblo (1975), Isabel Parra de Chile (1976), Isabel Parra chante Violeta (1978), Acerca de quien soy y no soy (1979), Tu voluntad más fuerte que el destierro (1983) y Enlaces (1987), este último hecho en Argentina, en la antesala de su regreso. Pero también hay páginas nuevas en la reedición 2013 de "Ni toda la Tierra entera", y no menos dolorosas algunas. Hacia el final del libro consta un capítulo dedicado a Antar, hijo de Tita Parra y nieto de Isabel: el joven músico que acompañó a ambas en diversos escenarios desde el regreso de su abuela a Chile.
Antar murió el 24 de julio de 2010. Pero los recuerdos que Isabel Parra tiene de él son vívidos.














Jovenes

¿Olvidar es como condenar a un segundo exilio?

Absolutamente. (Es como decir) "Sí, yo estuve en el exilio pero ya se me olvidó y no quiero hablar de eso". Es la falta de memoria que tenemos los chilenos, por ser de una cierta forma, porque la vida es tan dura y tan complicada que ya no nos interesa la política ni los políticos y menos la Unidad Popular ni Salvador Allende. Yo no pienso así. Ahora, lo positivo es que hay muchos jóvenes que sí tiene interés en estos temas. Lo sé porque me muevo recorriendo y conversando con la gente y porque estoy interesada en qué estado anímico se encuentra la gente joven. Y si ellos están ahora aquí, y tienen la posibilidad de moverse por las calles, de carretear, tienen que saber que eso le costó mucho a otros y que costó mucho botar esa dictadura.








el viaje

Es independiente de que el libro cuente una historia mía -explica la cantante y compositora, que publicó por primera vez este volumen en 2003, hace justo una década, y lo reedita ahora en el año en que se cumplen cuatro décadas del golpe de Estado de 1973-. Porque resulta que esta historia no es mía. El viaje de miles de chilenos dando la vuelta al mundo, perdiendo todo lo que tenían, su razón de ser, su nacionalidad, sus proyectos personales, matrimonios, hijos, abuelos, la historia de Chile, surgió no por mi culpa. Yo no inventé el exilio.










martes, 12 de marzo de 2013

ángeles


Desde entonces, Loochkartt va en mayúsculas cuando se escribe sobre pintores dedicados al arte erótico, pues de sus composiciones emanan fuerzas ingobernables que asaltan y dejan a merced del deseo a sus personajes. "No es que yo haya buscado pintar eróticamente -aclara él-, sino que el erotismo está siempre presente en la vida y, en algún momento, lo que yo hice fue plasmar en mis pinturas las imágenes de cómo sería una u otra persona en sus comportamientos eróticos. Podría decirse que eran una especie de fantasía. Fantasías que para mí, seguían teniendo ciertas formas de ángeles". 







Arco

Pero si hay una galería en la que uno se cuestione si está en una feria de arte o en otro extraño lugar es en la de Honor Frasser (Los Ángeles, EE. UU.), al convertir la feria en una gran carnicería de la que cuelgan jamones y grandes piezas de carne -no real- preparadas para ser despiezadas. Un escudo de garantía de calidad con la cara de un cerdo y el cartel "Calidad garantizada" preside la escena, como si de una declaración de principios de lo que es ARCO se tratara.








Trozos de piedra

La misma galería tiene a la venta platos de porcelana rotos, mientras que cerca, otro stand ofrece dos grandes trozos de piedra dentro de sacos de obra, como si aún no hubiesen sido desembaladas. Una instalación con cámaras de vídeo de cartón rellenas con botellas vacías contribuye a incrementar la duda entre la realidad y la ficción, a la vez que una enorme montaña de arena con un reloj de arena saturado de tiempo vuelve a poner sobre la mesa el viejo debate sobre lo que es arte y lo que no.








Arte Contemporáneo

Que la definición de arte es cuestionable no es nada nuevo y, como prueba de ello, quienes acudan hasta el próximo domingo a la Feria Internacional de Arte Contemporáneo (ARCO) de Madrid podrán encontrar todo tipo de piezas que alguien, ajeno al mundo del coleccionismo, podría considerar dudosamente artísticas. Una de las obras más llamativas en este sentido es la titulada "Una paloma muerta con su canto de sombra", integrada por una paloma disecada en posición de muerta y su sombra animada cantándole a su propio cuerpo inerte, una especie de ceremonia fúnebre hiperdramática en la que la sombra del animal revive cuando canta.